jueves, 1 de julio de 2010

NOSOTROS: Oscar Martínez, ley de matrimonio homosexual y la Iglesia

No tengo nada en contra del casamiento entre personas del mismo sexo porque es una elección que tiene que ser libre. El único tema, el más ríspido, es el de la adopción. Es lo que despierta más encono en los sectores que se oponen. Pero es un tema estúpido en una sociedad como esta, donde hay tantos chicos que terminan con un arma a los 14 años. ¿Qué es peor: la mierda que le ofrece esta sociedad o que un par de personas que puedan dar amor lo tengan como hijo? Todos tenemos que tener los mismos derechos...


... la mayor presión viene de los sectores religiosos, con los que no estoy de acuerdo nunca en nada. Así que por principios, no estoy a favor de nada de lo que proclamen porque si fuera por ellos todavía viviríamos en la Edad Media como en muchos países en los que la religión está unida al Estado. Me parece que, a esta altura, es algo inaudito.



La Iglesia debería ser la última en escandalizarse, porque fueron partícipes de las aberraciones más grandes de la historia. No sé cómo se atreven a levantar el dedo para señalar a alguien. Me daría vergüenza pertenecer a una institución que tiene que arrepentirse de cosas tan graves y que, encima, todavía se considera guardiana de la moral pública. Da bronca que digan cómo tenemos que vivir.

Revista Veintitres (junio 2010)

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